-Las compresas frías pueden aliviar mucho y disminuir la hinchazón (cubitos de hielo envueltos en un paño- nunca el hielo directamente sobre la piel-, compresas o gasas empapadas en agua helada).
-En caso de picadura de avispa o abeja, retirar el aguijón con mucho cuidado con un objeto romo: una tarjeta de crédito, un cuchillo "de mantequilla". Nunca con una pinza, exprimiríamos el depósito de veneno dentro de la picadura.
-En caso de mordedura de garrapata, encontraremos el animal fuertemente sujeto. Lo separaremos completamente del cuerpo tirando de el con una pinza de modo contínuo, sujetándolo lo mas cerca a la piel posible y tratando de no dejar ningun resto en ella. Evitar el conocido truco de acercar un cigarro encendido. Todavía recuerdo aquel chico que vino a urgencias con una garrapata sobre el ombligo, agarrada a una ampolla de quemadura y tan campante, el bicho. Las garrapatas pueden transmitir enfermedades, a veces serias. Si no la hemos eliminado rápidamente después de la mordedura, consultar con el médico.
-El picor puede aliviarse con agua con vinagre o amoniaco. Los lápices de amoniaco de venta libre en farmacias son cómodos y van bien, aunque su efecto es breve. Si la reacción es muy intensa, a veces nos podremos beneficiar de una crema con corticoide. No usar cremas antihistamínicas, pueden provocar dermatitis con el sol.
-En caso de picaduras muy abundantes o de aquellas mas pruriginosas (pulga, chinches de cama) a veces descansaremos mejor si tomamos un antihistamínico oral, como cetirizina, ebastina o loratadina.
-¿Cuando consultaremos al médico? En caso de sobreinfección de las picaduras o reacciones alérgicas, con hinchazón de la extremidad, gran rubor y calor, exudado o fiebre. Si tras la picadura de una abeja o avispa presentamos mareo, náuseas, urticaria, hinchazón de labios o lengua y dificultad para respirar, se trata de una emergencia médica y pediremos ayuda inmediata al 112. Las personas alérgicas a las picaduras de abejas o avispas deberán de llevar consigo adrenalina y estar adiestradas en su uso, además de por supuesto tratar de evitar la posibilidad de picadura.
-¿Y cómo sabemos qué insecto nos ha picado? Pues no es tan fácil. A veces las picaduras nos pueden dar alguna pista:
- Mosquitos: Habones pruriginosos. Picadura generalmente vespertina o nocturna. Generalmente vemos u oímos los mosquitos (si al menos picasen en silencio...). Picaduras en zonas descubiertas, generalmente se curan relativamente pronto. Pueden aparecer ampollas en la picadura (culicosis bullosa)
- Pulgas: Habones pequeñitos, generalmente de dos en dos o de tres en tres. Generalmente en la parte baja de las piernas si nos han picado en la calle. Si las hemos llevado a casa, en cualquier sitio.
- Chinches de cama: auténtica plaga en verano en sitios de rápida rotación de huéspedes, como albergues del Camino de Santiago, en Francia y España. No exclusivos de estos, también en hoteles, llegaron a ser una auténtica pesadilla en Nueva York. A veces la picadura tarda horas o días en aparecer. Habones grandes, muy pruriginosos, a veces con vesículas, tienden a tardar mucho en curar y dejar una mancha violácea. Suelen aparecer varias picaduras una al lado de otra.
- Arañas: Generalmente picadura única, dolorosa en el momento en el que se produce. Deja la doble punción de la mordedura.
- Tábanos: picadura muy dolorosa en el mismo momento en el que se produce. Zonas de ganado. Gran induración.