domingo, 17 de abril de 2011

Los médicos de Toño



Nosotros creemos que le reconocemos.... pero no. Es Toño el que nos observa... Un poco de humor dominguero.

Guía para cuidadores en videos cortos

Encontré en el blog del Dr. Olalde esta guía que ha realizado el Gobierno de Aragón para ayudar a los cuidadores de personas dependientes. Se trata de videos cortos con lenguaje claro e imágenes que nos explicarán técnicas de movilización, cuidado de ostomías y sondas, higiene, prevención de úlceras...



Son una ayuda inestimable, pero cualquier duda que tengais al respecto, o relacionada con condiciones particulares de la persona a la que cuidais, recordad que teneis el apoyo experto de vuestra enfermera.

01- Presentación: Guía del cuidador
02- Aseo en cama
03- Higiena de boca, ojos y oidos.
04- Cambio de pañal cuando la persona está acostada
05- Cuidados del sondaje vesical
06- Cuidados de la colostomía
07- Cuidados para fortalecer la musculatura de la boca
08- Primeros auxilios. Maniobra de Heimlich.
09- Alimentación por sonda nasogástrica.
10- Cómo colocar de lado
11- Pasar de la cama a la silla de ruedas
12- Pasar de la silla de ruedas a otro asiento.
13- Pasar de sentado a de pie.
14- Ayuda en la marcha.
15- Aparatos de ayuda para la marcha.
16- Movilización hacia arriba de la cama.
17- Movilización hacia el borde de la cama.
18- Cambios posturales. Prevención de úlceras por presión.
19- Hacer una cama ocupada.

domingo, 10 de abril de 2011

Cuidar con caricias



Al hilo de lo que estamos tratando estos días, un estupendo artículo del Dr. Jacinto Batiz, Jefe de la Unidad de Cuidados Paliativos del Hospital San Juan de Dios, que fué publicado originalmente en el Correo Digital . Merece la pena.

Hace no muy pocos días leí una noticia que motivó que dedique hoy este artículo, en el día Mundial del Alzheimer, a las caricias como instrumento humano para cuidar a los enfermos aquejados de esta enfermedad. La noticia era la siguiente: crean un robot terapéutico contra el Alzheimer y el autismo. Un robot con la apariencia de una foca bebé con el que se pretende ayudar a los enfermos de autismo y de Alzheimer. El prototipo responde a las caricias de los humanos con sonidos, gestos y movimientos gracias a los sensores que lleva en los bigotes. Esta foca bebé responde cuando es acariciada de forma adecuada. Según los inventores de "Paro" que es como se llama el robot tiene sus beneficios al interactuar con los enfermos de Alzheimer. Esto me hizo reflexionar y preguntarme: ¿es que no somos capaces de acariciar a nuestros enfermos y tenemos que inventar un robot para ello?

Las manos son uno de los instrumentos comunicadores por excelencia; esto lo constatan cada día más los especialistas en relaciones humanas, que han comprobado que quienes durante su infancia no recibieron caricias de sus padres son más proclives a mostrar dificultades para dar o recibir afectos, a mantener una postura corporal rígida y a las limitaciones para expresar emotividad, Asimismo, manifiestan una tendencia a evitar el contacto físico con los demás, a verlo como algo inapropiado o "sucio". Son vistas como personas distantes, "frías". Al parecer estas personas evidencian también una dificultad mayor de la habitual para sentirse queridas y aceptadas por los demás. Acariciemos a nuestros hijos para que ellos sepan cuidarnos, cuando lo necesitemos, con sus caricias.

La demencia es un proceso degenerativo progresivo e irreversible que va minando de forma progresiva las capacidades intelectuales del enfermo; es una enfermedad que golpea el cerebro del enfermo y el corazón de la familia. Pero no olvidemos que aún recuerda el amor. Cuidar al enfermo de Alzheimer es cuidar a alguien que recibe sin darse cuenta; él nos recompensa nuestro trabajo con una mirada o una sonrisa; supone hacer que nuestro tiempo se componga de paciencia, amor y buena voluntad. No nos pide más que una mano que estreche la suya, un corazón que le cuide y una mente que piense por él cuando ya no puede hacerlo. El cerebro de este enfermo está estropeado, pero su corazón, al menos, el afectivo no. Su corazón biológico necesita que sus coronarias le aporten sangre suficiente; cuando éstas no cumplen bien su función podremos aportar soluciones con los medicamentos o con la cirugía. Sin embargo su corazón afectivo sólo precisa de afecto y para alimentar de este afecto tan solo necesita que le transmitamos el nuestro a través de nuestra sonrisa, con palabras agradables y con nuestras caricias.

La comunicación es distinta si nos situamos a un metro de la cama o si nos ponemos a su lado tocándole con nuestra mano. Cuando el profesional sanitario coge la mano del enfermo parece que parte de su sufrimiento pasa a quien le toca. Cuando alguien es capaz de acercarse al enfermo y darle mano, o un beso o con una caricia, aparte de ser un acto de amor infinito se consigue que el enfermo se sienta como una persona viva y emotivamente unido a quien le muestra ese afecto. Un apretón de manos, una caricia, un fuerte abrazo, no los lleva el viento, suelen pesar más que las palabras.

Con nuestro contacto físico le trasmitimos el importante mensaje de que no será abandonado y que siempre tendrá a su lado un ser que le aprecia. En ocasiones, el tacto suele ser la única forma de comunicación y de expresión de cuidado que se le puede dar. Si tiene que cuidar a alguien que padece esta terrible enfermedad hágale compañía, siéntese junto a su cama y cójale de las manos. ¡No le ignore!. Aunque parece que no entiende nada, piense que siempre le queda la afectividad. Es muy importante que el enfermo de Alzheimer y su cuidador mantenga alguna forma de comunicación, sobre todo en los estadios avanzados en los que el enfermo ya casi no se comunica verbalmente. Si quien le cuida o acompaña sigue hablándole, sonriéndole o acariciándole, esta comunicación afectiva con el enfermo permanecerá intacta aún cuando la comunicación verbal se pierda.

Es importante recordar que el lenguaje del cariño con nuestras caricias nos mantiene cercanos a quien cuidamos.

Pedir ayuda

(adaptado de http://www.imsersomayores.csic.es)

El cuidado de un familiar dependiente puede ser muy gratificante pero comporta responsabilidades y tensiones que se prolongan durante mucho tiempo y que si el cuidador está solo pueden poner en peligro su salud. Pedir ayuda a familiares y a amigos contribuye a que la carga sea mas llevadera, a evitar enrocarse en sentimientos negativos y a desempeñar mejor nuestra labor como cuidadores.



Pero no siempre es fácil pedir ayuda. La mayoría de los cuidadores tienen que ganarse el apoyo de los demás. El primer paso para conseguir ayuda, siempre, es PEDIRLA. ¿Por qué no lo hacemos?

A veces pensamos que no tenemos que pedir nada. Ellos ya tendrían que saber que necesitamos ayuda, deberían ofrecerse sin necesidad de decirles nada. O pensamos que somos nosotros los que nos las tenemos que arreglar solos (“cómo vamos a pedir ayuda a amigos, si fuera en una urgencia...”, “ mi hermano tiene hijos pequeños y está todo el día trabajando”, “mis hijas ya tienen bastante con sus familias”, “yo, mal o bien, ya me las arreglaré”. O porque ya hemos probado a “dejarlo caer” y no nos han hecho caso. O porque pensamos que nadie conoce a nuestro familiar mejor que nosotros y que no sabrán cuidarle.

Pero si queremos estar mucho tiempo en condiciones de cuidar y no ponernos enfermos, es aconsejable que aceptemos que:
  • Cuidar a un familiar mayor no es tarea para una persona sola.
  • Es necesario para los cuidadores contar con la ayuda de personas con las que puedan compartir las responsabilidades del cuidado, pudiendo así tener momentos de respiro y también períodos de descanso más prolongado o vacaciones.
  • Pedir ayuda no es un signo de debilidad: Es una excelente forma de cuidar de su familiar mayor y de sí mismos.
  • La ayuda de los demás no siempre sale espontáneamente de éstos: en la mayoría de las ocasiones debe "ganarse".
A veces ya lo hemos intentado. Y el resto de la familia se ha hecho la loca, o nos ha dicho directamente que no. En ocasiones no saben reconocer la magnitud del problema. En otras ocasiones se sienten tan culpables por no colaborar que escapan. ¿Qué podemos hacer? No enzarzarnos en discusiones del tipo “tu nunca”, “y tu mas”, hacer una reunión familiar en la que tranquilamente se exponga el problema y se busque una forma de organizarse. Volver a pedir ayuda a quien dijo que no, calmadamente y exponiendo lo necesario que es. Pedir ayuda a gente con la que en principio no habíamos contado: vecinos, amigos, familiares no tan cercanos...


Si aún así nos vemos sobrepasados, o si la magnitud del problema exige recursos que no podemos proporcionarle, es el momento de pedir ayuda a las instituciones.


Os presento un recurso poco conocido para lo útil que es y lo bien que trabaja. Se llama ZAINTZEA y es el Centro Municipal de Apoyo a Familiares Cuidadores de Bilbao.


La página nos presenta una estupenda guia para cuidadores, información sobre recursos y ayudas sociales, nos presenta los cursos que organizan para cuidadores, como entrenamiento en habilidades para el cuidado en domicilio, manejo de la demencia, técnicas de movilización y traslado... Además oferta atención psicológica en grupo e individual para prevenir el agotamiento y la depresión.

El centro de Zaintzea está en esta dirección:
C/Jose Mª Eskuza, 22 bis. 48013 Bilbao.
Teléfono: 94 607 25 25
Fax: 94 607 15 35
E-mail: info@zaintzea.org Horario de atención de 9 a 14 y de 15:30 a 19, de lunes a jueves,
y los viernes por la mañana.

Tiene además un formulario para que podamos hacer consultas online. Una iniciativa que funciona muy bien y que hay que aplaudir.



martes, 5 de abril de 2011

Osakidetza se pone las pilas: O-sarean

Ayer día 4 del 4, a las 4 de la tarde, y con fuerte viento de levante.... huy, no, que me lío. Ayer, decía, nació O-sarean, el nuevo portal de la sanidad vasca.


En él encontramos servicios para los trabajadores, para la ciudadania y las empresas.

Al estilo de muchos otros portales, han incluído un asistente llamado Osane que nos ayudará a encontrar la información que buscamos: cómo pedir cita, cambiar de médico o pediatra, realizar trámites administrativos...

Encontraremos así mismo información para la salud, que imagino se irá completando, noticias de Osakidetza, y novedades como programas para descargar en nuestros dispositivos móviles y que nos permitirán coger cita, etc, con éstos.

Además, Osakidetza se lanza a las redes sociales y próximamente podremos interactuar con O-sarean en twitter, facebook...

De momento las primeras críticas apuntan a los múltiples fallos en la versión en euskera. Pero ¡demos la bienvenida al recién nacido! .... y ya veremos ;)

lunes, 4 de abril de 2011

El síndrome del cuidador quemado



Cuando cuidas a un familiar dependiente, a menudo tu vida gira en torno a la satisfacción de sus necesidades. Por eso es muy frecuente que tus necesidades, tus deseos y tu propia vida queden en un discretísimo segundo plano.

Pero tus necesidades de descanso, de cuidados, de cariño, de apoyo, de risas, no desaparecen. Si las olvidas en un cajón probablemente empezarás a notarte tenso, fatigado, irritable, triste. Y puedes enfermar. Y si enfermas, el equilibrio que habías creado, con (casi siempre) una única persona haciéndose cargo del familiar dependiente y de todas las múltiples responsabilidades que comporta su cuidado, se derrumba.

SI NO TE CUIDAS NO PODRÁS CUIDAR

(de www.imsersomayores.csic.es )

Los cuidadores que afrontan el cuidado con más éxito son aquellos que se paran a reflexionar hasta qué punto puede ser necesario cuidarse más y aceptan el hecho de que el cuidado de sí mismos es una dedicación tan digna y que requiere el mismo esfuerzo que el cuidado diario de su familiar de edad avanzada.

Pero si la única razón para cuidar de uno mismo es mejorar el cuidado que se presta a los familiares entonces el cuidado de uno mismo será esporádico, inestable e ineficaz a la larga.

Los cuidadores necesitan aprender a respetarse a sí mismos de manera que lleguen a ver su propia vida tan digna como la de la persona a la que cuida y merecedora de los mejores cuidados posibles.

Os recomiendo la lectura de una guía para cuidadores que publica la página del IMSERSO, en la que encontramos consejos vitales para el cuidador: desde cómo reconocer las señales de alarma en sí mismo, a como pedir ayuda, como organizar nuestro tiempo, como poner límites, como decir NO.

Además, un portal dedicado a los familiares y cuidadores de enfermos de Alzheimer, con areas informativas, recreativas y de contención: Cuidar a los que cuidan. Una iniciativa estupenda.

Y os adjunto una presentación realizada por un enfermero, Manuel Marin Risco, sobre el Síndrome del Cuidador, sus fases y alteraciones, qué hacer con los sentimientos, y buscar soluciones.

COMO CUIDAR A LOS CUIDADORES DE ENFERMOS

domingo, 3 de abril de 2011

¿Quién cuida al cuidador de un enfermo de Alzheimer?



La enfermedad de Alzheimer (EA) es la forma más común de demencia entre las personas mayores. La demencia es un trastorno cerebral que afecta gravemente la capacidad de una persona de llevar a cabo sus actividades cotidianas.

La enfermedad de Alzheimer comienza lentamente, confundiéndose a menudo con otros problemas de salud, como la depresión. Primero afecta las partes del cerebro que controlan el pensamiento, la memoria y el lenguaje. Las personas con Alzheimer pueden tener dificultades para recordar cosas que ocurrieron recientemente o los nombres de personas que conocen; sin embargo suelen conservar recuerdos de hace mucho tiempo, en los que tienden a refugiarse... su primer día de escuela, la ropa que llevaban cuando conocieron al amor de su vida, las canciones que les cantaba su abuela... Pueden desorientarse y perderse en el camino de la panadería a casa. Guardan objetos en sitios extraños (la cartera en la nevera, comida en un altillo de un armario). Pueden cambiar de caracter, haciéndose muy desconfiados, dependientes o agresivos. Con el tiempo, los síntomas empeoran. Las personas pueden no reconocer a sus familiares o tener dificultades para hablar, leer o escribir. Pueden olvidar cómo cepillarse los dientes o peinarse el cabello. Más adelante, pueden volverse ansiosos o agresivos o deambular lejos de su casa. Finalmente, necesitan cuidados totales.

La enfermedad progresa inevitablemente y no tiene cura. Hay tratamientos que podrían retrasar su evolución, y aliviar los síntomas como la agitación, los cambios del ritmo sueño/vigilia... pero se trata de uno de los problemas de salud que mas dependencia produce y que agota mas a los cuidadores del paciente.



El cuidador casi siempre es una hija, de alrededor de cuarenta o cincuenta años, que a su vez tiene hijos y que asume casi toda la carga emocional y física. El deterioro de la persona con Alzheimer se prolonga generalmente durante varios años y el desgaste de la cuidadora puede ser enorme, afectando a su salud, a su calidad de vida, y por tanto a la calidad de su labor como cuidador.


He encontrado un cortometraje dirigido por Ana Lorenz que aborda esta problemática. Se llama Algo queda y podemos verlo online aquí.

¡¡¡HAY QUE CUIDAR AL CUIDADOR!!!!

Vamos a hablar durante esta semana de cuidados al cuidador. De las fases que atraviesa, de los apoyos que le podemos prestar, de los recursos que tiene a su disposición. Aunque hemos hablado de la enfermedad de Alzheimer, se puede hacer extensivo a cualquier enfermedad crónica, invalidante y que sobrecargue a los cuidadores.

Pero de momento, y como todo cuidado debe de empezar por el AUTOCUIDADO, aquí os traigo, desde el blog Mis Cositas (que escribe Gloria, la madre de un chico con una enfermedad poco conocida), los

DERECHOS DEL CUIDADOR

Tengo el derecho a:

  1. cuidarme a mí mismo. Esto no es un acto de egoísmo. Me da la capacidad de cuidar mejor a mi pariente.
  2. pedir ayuda de otras personas, aunque mis parientes se opongan. Que reconozcan los límites de mi aguante y mi fuerza.
  3. mantener intactas las facetas de mi vida que no tienen que ver con la persona que cuido, así como lo haría si ella estuviera en buen estado de salud. Sé que hago todo lo razonablemente posible por esta persona, y tengo derecho de actuar por mi bien.
  4. enojarme, sentirme deprimido y, de vez en cuando, expresar otros sentimientos difíciles.
  5. rechazar cualquier intento de parte de mis familiares (sea de manera consciente o inconsciente) de manipularme con sentimientos de culpa o de depresión.
  6. recibir consideración, cariño, perdón y aprobación por lo que hago por mi ser querido, siempre y cuando ofrezca a cambio esas mismas cualidades.
  7. sentirme orgulloso de lo que estoy logrando y aplaudir el valor que a veces ha sido necesario para satisfacer las necesidades de mi pariente.
  8. proteger mi individualidad y mi derecho de hacer mi propia vida que me ayudará a salir adelante cuando ya mi pariente no me necesite de tiempo completo.
  9. esperar y exigir que, a medida que encuentren recursos para ayudar a las personas física y mentalmente impedidas de nuestro país, se hagan avances similares para ayudar y apoyar a los cuidadores.